LA CAJITA DE ÉBANO

 

 Este fin de semana he estado en la Feria del libro de Madrid. Es una feria de más de 300 casetas en las que firman muchos autores famosos.




En ella compré un librito precioso. Se trata de una breve antología de Emily Dickinson, una autora de la época que estamos tratando ahora en clase. La antología viene acompañada de unas ilustraciones en acuarela que hacen que sea un libro especial.


Entre todos los poemas me llamó la atención uno porque habla de los recuerdos pasados y del poder de olvidarlos. Precisamente creo que guarda relación con la etapa del curso que estamos viviendo.


Mirar en la cajita de ébano, con devoción,
cuando los años han pasado,
sacudiendo el aterciopelado polvo
que los veranos han posado.

Levantar una carta hacia la luz,
oscurecida ahora, con el tiempo;
repasar las palabras desvaídas que,
como el vino, un día nos alegraron.

Tal vez, encontrar entre sus cajoncillos
la arrugada mejilla de una flor,
recogida hace mucho, una mañana,
por una galante mano desaparecida.

Un rizo, quizás, de frentes
que nuestra constancia olvidó;
tal vez, un antiguo adorno
de una moda que ya pasó.

Y después, dejarlos reposar de nuevo,
y olvidarnos de ellos,
como si la cajita de ébano
no fuera asunto nuestro.

POEMA RECOGIDO EN EL LIBRO EL VIENTO COMENZÓ A MECER LA HIERBA de Nordicalibros.

A diferencia de la autora, creo que no tenemos que guardar los recuerdos del curso en una caja olvidada. Creo que tenemos que quedarnos con ellos y difundirlos. Acordarnos siempre. Yo siempre me acordaré, aunque me vaya. Por lo menos pido que la caja de ébano esté siempre abierta y que la vuelta siempre sea posible.

PD: Sobre Emily Dickinson tengo que decir que su biografía es muy interesante pues fue una escritora que decidió pasar parte de su vida encerrada en una habitación de la casa de su padre y, sin embargo, fue capaz de escribir poemas sobre varios sentimientos humanos como si hubiese pasado todo el tiempo fuera del espacio reducido de esa habitación.

Se murió sin ser capaz de publicar su obra. Sin embargo, a su muerte fue valorada como merecía y fue comparada con otros poetas de su tiempo como Walt Whitman.